LA OPINIÓN | 23/05/2012
La cuarta parte de la población de la capital está afectada por ruido durante la noche, según los nuevos datos del mapa entregado al Ayuntamiento, facilitados ayer por la Junta de Castilla y León, encargada de elaborar el documento que se encuentra en periodo de exposición pública. Palencia es la ciudad con más población afectada por el ruido nocturno, uno de cada tres habitantes, seguida de Burgos, Salamanca y Zamora.
Si se toma en consideración el periodo de 24 horas Zamora salta una posición y se coloca como la tercera capital con más molestias por sonidos indeseados, que sufren el 20,61% de la población, frente a los 26,96% de Palencia o el 28,96% de Burgos, localidades con peor situación que la capital del Duero. La Junta ha elaborado los mapas de ruidos de las ciudades para ayudarles a cumplir con la normativa que obliga a las poblaciones mayores de 20.000 habitantes, aunque Valladolid, León y Miranda de Ebro, han preferido hacerlos por su cuenta.
Con relación a la afección acústica estimada en función del periodo horario del día, se concluye que durante la noche es cuando existe un mayor grado de contaminación, registrándose valores medios en los doce mapas del 21,55 % de población afectada para este periodo, disminuyendo la afección al 8,63% y 8,42 % durante el día y la tarde, respectivamente. En todos los tramos horarios Zamora se sitúa por encima de la media, aunque es verdad, como dijo el concejal de Medio Ambiente, Feliciano Fernández, que el nivel de ruido tanto de la capital provincial como del resto de ciudades analizadas se sitúa en el umbral medio o bajo.

Marco normativo
En la elaboración de estos mapas de ruido se ha tenido en cuenta el marco normativo de referencia, en el que se establece que se deben contemplar como focos sonoros el ruido procedente del tráfico rodado y ferroviario, los aeropuertos y la actividad industrial, informó ayer la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. «En el objeto y contenido de estos mapas de ruido no se contemplan otros emisores acústicos, como pudieran ser las actividades domésticas, el comportamiento vecinal, o la actividad laboral, entre otros. Tampoco se ha tenido en cuenta el impacto acústico de eventos puntuales o transitorios, ya que la información a representar es la situación acústica global de los focos sonoros referenciados anteriormente a lo largo de un año, en este caso durante el 2011».
El objetivo principal que se persigue con la elaboración del mapa de ruido es «disponer de una herramienta que permita realizar diagnósticos de la contaminación acústica del municipio por ruido ambiental, planificar y controlar la contaminación acústica y proponer las actuaciones correctoras y preventivas correspondientes, dándoles forma de Plan de Acción».