AECOR | 20/01/2013
La Asociación Española para la Calidad Acústica (AECOR) cree que es necesaria la implicación de todos los agentes sociales para acabar con el problema del ruido. Así lo puso de manifiesto en CONAMA el director de la Comisión de Medio Ambiente de AECOR, Harald Aagesen Muñoz, quien participó en la sesión técnica sobre Contaminación Acústica del congreso.
“Para conseguir estos objetivos de mejora de la calidad acústica es imprescindible que Administración, empresas y universidades trabajen juntas identificando las principales fuentes de ruido que afectan a la población”, según Aagesen, quién añade que “los problemas relacionados con el ruido suelen ser los últimos que se resuelven, se dejan para el final, y es muy importante que les pongamos remedio antes”.

El director de la Comisión de Medioambiente de AECOR aporta datos a este respecto y señala que el tráfico es, con una gran diferencia, el que afecta a una mayor cantidad de personas, aproximadamente un 30% de la población, un nivel muy superior al de trenes, la industria o el tráfico aéreo, que sólo afecta a un 1% de los habitantes. En este caso, explica que aunque la coyuntura económica actual ha provocado una disminución del número de vehículos que circulan, el parque móvil se ha hecho más viejo y por lo tanto genera más ruido.
El ruido asociado al ocio, que no es recogido por los mapas de ruido estándar, también es un factor a tener en cuenta, sobre todo por el elevado número de denuncias. “En Ciutat Vella (Barcelona) tenemos entre 2.000 y 4.000 denuncias al mes por ruido”, apunta la responsable del departamento de Control y Reducción de la Contaminación Acústica del Ayuntamiento de Barcelona, Aranxta Millás.
Tipo de Ruido
El director de la Comisión de Medioambiente de AECOR incide en las soluciones que se pueden contribuir a la mejora de la calidad acústica atendiendo al tipo de ruido. En este caso, Aagesen señala que el problema ya no está tanto en los bares y locales, “que hoy en día cuentan con un buen acondicionamiento y aislamiento acústico”, sino en los grupos de gente que consumen sus bebidas en la vía pública. “Cuando se aprobó la ley antitabaco se generaron nuevos focos de ruido donde antes no existían: bares y restaurantes donde antes se podía fumar dentro” reflexionaba. “Muchos de estos puntos podrían mejorarse con la concienciación ciudadana y la educación. Desde el punto de vista de los vecinos es muy positivo que los ayuntamientos puedan crear elementos o herramientas de mediación.”