Audiotec propone sus actuaciones y mejoras teniendo en cuenta la diversidad de actos que se van a realizar en el interior del recinto
AUDIOTEC | 01/02/2014
El acondicionamiento acústico es una parte fundamental en el diseño de salas, y más si cabe en el de auditorios o salas polivalentes. En estos espacios se requiere de un especial tratamiento acústico, puesto que la calidad acústica es imprescindible para el buen desarrollo de la actividad para la que están diseñadas, de la que además se derivan condiciones acústicas muy especiales que dependen del uso del recinto.
Un auditorio requiere condiciones acústicas diferentes a las usuales y que vayan encaminadas a la buena claridad auditiva y musical del espacio, pero siempre teniendo en cuenta la cola reverberante necesaria para una buena audición de la música que permita crear una mayor sensación de viveza.
Los salones de actos necesitan una alta inteligibilidad, por lo que conviene reducir considerablemente el tiempo de reverberación, aunque no excesivamente para evitar apagar demasiado la sala permitiendo que exista una buena distribución sonora.
De este modo, y dependiendo del uso que tendrá la sala en cada caso, debemos realizar un tipo de acondicionamiento u otro. En este caso, nos encontramos ante la situación de una sala polivalente, que requiere buena claridad auditiva en la comunicación oral o en el uso de la palabra, así como unas buenas condiciones acústicas también para la música.
Un sonido no esperado
Cuando una sala o recinto que requiera condiciones acústicas especiales no posee un acondicionamiento apropiado en ese sentido, la claridad auditiva no es la correcta y el resultado de la actuación o escucha del oyente contiene un sonido que no es el esperado. Esta contingencia se debe al enmascaramiento de distintos sonidos existentes en la sala, fruto de una alta reverberación o de resonancias existentes en el lugar concreto. En definitiva, un mal acondicionamiento trae consigo una falta de confort acústico y mala calidad acústica y musical, que desencadena en un pésimo desarrollo de la actividad para la que ha sido diseñado el espacio.
Los recintos de un edificio que debido al uso predominante para el que son destinados, y a sus características volumétricas, requieren de unas condiciones de acondicionamiento acústico adecuadas, de tal forma que la inteligibilidad de la palabra, el tiempo de reverberación, la claridad auditiva, y la definición o la distribución sonora estén dentro del rango de valores adecuados para el correcto desarrollo de la actividad prevista en su interior. Sobre estos recintos se realizarían propuestas de mejora en lo concerniente al acondicionamiento acústico.
Las dimensiones de la sala ponen en juego otro aspecto de gran importancia: su pertenencia o no al ámbito de aplicación del DB-HR «Protección frente al Ruido» del Código Técnico de la Edificación (CTE) si el volumen supera los 350 m3. En cualquier caso, aunque el volumen sea superior a esta cifra, y no se les establece unas exigencias básicas en cuanto a su tiempo de reverberación, en el citado documento básico se hace referencia a que este tipo de recintos sean sometidos a un estudio específico de acondicionamiento acústico, debido a su uso predominante para la comunicación oral.
Propuesta de medidas correctoras
Una vez realizado el análisis de la información recogida «in situ», y una vez recopilados todos los datos y planos necesarios para estudio del recinto -dimensiones, superficies y acabados de material instalados, usos previstos y disposición geométrica-, Audiotec propuso las siguientes medidas correctorsa del recinto analizado:
Reducir el tiempo de reverberación permitiendo que exista una buena distribución sonora. Tras implementar las medidas correctoras sugeridas se obtuvieron unos resultados (TR) de entre 1,80 segundos y 2,50 segundos. El resultado es muy inferior a los 4 segundos que registraba dicho recinto.
Para conseguir este resultado manteniendo la estética de la sala (cubierta de madera) Audiotec instaló 200 unidades de bafles acústicos absorbentes en medidas de 1200 mm x 600 mm. La instalación se realizó directamente de forma homogénea y geométrica en cubierta, concretamente en las correas instaladas en madera, como estructura secundaria de cubierta.
Los materiales utilizados para conseguir un recinto con las características acústicas deseadas fueron bafles acústicos con paneles de lana de fibra textil de poliéster en color blanco, instalados en el interior de marcos de aluminio lacado en color Blanco: Panel 100% ecológico/reciclable, inocuo/no tóxico, no alérgico, sin resinas, formado por fibras textiles de naturaleza blanda, porosa y fibrosa de gran capacidad de absorción, en 40 mm de espesor.
Este material reúne las exigencias del Nuevo Código Técnico de Edificación (CTE).